06Abr

¿Por qué está creciendo el factoring?

El factoring  es un instrumento financiero que se refiere a la compra de créditos y que puede incluir, además, servicios relacionados con la administración y cobro de las deudas, el estudio de los deudores y en última instancia, la cobertura por insolvencia.

Se trata de una herramienta de financiación, sobre todo para el corto plazo y utilizado por todo tipo de empresas. Por ello, los últimos datos para España indican un crecimiento sostenido: la actividad de factoring aumentó un 6,75 % en diciembre de 2016 respecto al mismo período del año anterior y el saldo total de inversión viva se situaba ya entonces en prácticamente 30.000 millones de euros (incremento del 12,98 %).

La cesión de la cartera de los clientes que supone el factoring implica normalmente operaciones de cesión de créditos comerciales, por lo que la normativa básica para el sector es el Código de Comercio (específicamente, los artículos 347 y 348) y el Código Civil (artículos 1526 y siguientes), que se refieren a la transmisión de créditos y otros derechos. Cuando el crédito lo es a cargo de una Administración Pública, la legislación a aplicar es la Ley de Contratos del Sector Público (artículo 218 del Texto Refundido).

Los actores económicos que suelen ejercer de cesionarios en el factoring son entidades financieras como los bancos, las cajas de ahorro y las empresas expertas en productos de financiación.

Entre las principales ventajas que reporta el factoring para las empresas, citamos las siguientes:

  • Reduce la contabilidad hasta el punto de que el cedente pasa a tener un único cliente, que le facilita el pago de todos los créditos. En consecuencia, se ahorra tiempo y gastos.
  • Garantiza la estabilidad de las cuentas de la empresa vendedora, que recibe el importe de los créditos y sabe cuándo lo hará.
  • Se reduce el endeudamiento y se sanea la cartera previa de clientes.
  • Permite la posibilidad de préstamos que de otro modo serían muy complicados de percibir.
  • En situaciones de inflación, concede una protección extra, pues se consigue el dinero al contado antes de que los valores fluctúen.
  • Se pueden solicitar anticipos de los créditos que se ceden.

El factoring puede presentar diversas características, por lo que hablaremos de distintos tipos: por ejemplo, factoring con o sin garantía, dependiendo de si el cesionario asume el riesgo completo ante las deudas no cobradas; factoring doméstico, de importación o de exportación; también es posible llevar a cabo factoring por ventas ya realizadas o por ventas futuras; factoring al vencimiento o de «precio madurez», en el que la compañía se compromete a pagar solo si el deudor no lo ha hecho en la fecha estipulada; o incluso un factoring secreto, cuando el cedente prefiere no notificar al deudor la cesión de los créditos.

 

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